La prohibición de tratar de forma "humillante o degradante" a los prisioneros no figurará en la nueva guía de interrogatorios que prepara el Pentágono, junto con el nuevo manual del Ejército. Los militares de EEUU han decidido abandonar este principio básico de protección de los detenidos, establecido por las Convenciones de Ginebra, para poder efectuar interrogatorios más duros, según avanzó ayer el diario Los Angeles Times .

"El resto del mundo está completamente convencido de que estamos muy ocupados torturando a la gente y, tanto si es cierto como si no, omitir estas protecciones en nuestros manuales añade más leña al fuego", comentó a este diario Oona A. Hathaway, jurista internacional de la Universidad de Yale. El Pentágono lleva un año preparando sus nuevas directivas sobre el trato a detenidos, que entrarán en vigor cuando las haga públicas. En principio debían haber salido en abril, pero las objeciones de varios senadores las han retrasado.

Durante décadas, EEUU respetó las normas mínimas sobre el trato a detenidos establecidas en las Convenciones de Ginebra, pero en el 2002, tras los atentados del 11-S, George Bush suspendió la aplicación de algunas de ellas para los presos de Al Qaeda y los talibanes. Washington dio pie a un gran debate sobre si los abusos cometidos en la cárcel bagdadí de Abú Graib y en Guantánamo (Cuba) se derivan de esta suspensión.

PRESIONES El Departamento de Estado se opone a que no se prohíba el trato "humillante o degradante" de prisioneros en la nueva normativa, y está presionando al Pentágono y a la Casa Blanca para que incluyan esta prohibición, aseguró Los Angeles Times . El Departamento de Estado sostiene que incluir las normas de las Convenciones de Ginebra demostraría al mundo que EEUU sigue los "estándares comunes" en lugar de establecer los suyos propios.