Las potencias ocupantes de Irak recibieron ayer durísimos reproches de varias delegaciones europeas y del viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Yuri Fedotov, por su incapacidad para garantizar la seguridad. Las críticas también recogían el sentir mayoritario de las delegaciones empresariales, que exigieron un entorno seguro para invertir y trabajar en Irak. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, les prometió que EEUU está decidido a "eliminar" a los seguidores de Sadam Husein y a los terroristas.

Powell se sintió directamente concernido por la inquietud de la comunidad internacional ante el terrorismo y los sabotajes en Irak y dedicó gran parte de su alocución a ofrecer una respuesta.

LA PROMESA AMERICANA

Después de pedir a los participantes en la conferencia que realicen "una inversión en esperanza", Powell consideró finiquitado el régimen de Sadam --"su república del miedo ha desaparecido", dijo-- y prometió "eliminar los vestigios de los seguidores del dictador y a los terroristas que están sembrando el caos" en Irak.

Con anterioridad, el presidente de la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA) en Irak, Paul Bremer, pidió que la inseguridad no retraiga a los inversores. En su opinión, "la seguridad no es un requisito previo para la reconstrucción, sino que forma parte de la misma". Bremer destacó que los atentados no han impedido la elaboración, hasta ahora, de 14.000 proyectos de reconstrucción en los distintos sectores de la vida del país. "Aunque la normalización no va a ser fácil porque seguirá habiendo atentados --reconoció--, el impulso para la reconstrucción existe".

El presidente de la CPA se esforzó en describir una apariencia de normalidad, diciendo que "la situación se parece día a día a la de antes de la guerra", seis meses después del final de la guerra.

RECOMENDACION DE AZNAR

El presidente del Gobierno español y anfitrión de la conferencia, José María Aznar, coordinó su mensaje con la delegación de EEUU y animó a los representantes de los gobiernos a apoyar la reconstrucción. "No facilitemos la tarea de cuantos en la clandestinidad se oponen a este proyecto mediante el atentado masivo y el asesinato", dijo antes de solicitar: "No demos crédito a los actos de intimidación y de terror contra la presencia internacional". Estos mensajes no aplacaron las críticas de los europeos contrarios a la guerra, que ayer rindieron homenaje a Sergio Vieira de Mello.

Aznar anunció que la aportación española será de 300 millones de dólares, al margen de programas bilaterales en marcha, pero no aclaró si la suma se canalizará por la vía bilateral o por el fondo multinacional. Powell añadió que la ayuda de EEUU se gestionará "con honradez".