La Casa Blanca anunció ayer que ha reforzado la seguridad en los principales aeropuertos estadounidenses con un incremento de la presencia policial. El portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, indicó que aunque no hay ninguna amenaza concreta contra Estados Unidos, se trata de una medida de precaución. Snow explicó que el presidente, George Bush, de visita en casa de sus padres, en Kennebunkport, localidad veraniega en el noreste de EEUU, ha sido informado al detalle de todo lo ocurrido ayer en Escocia y el viernes en Londres.