La paciencia se acaba. Estados Unidos no parece dispuesto a esperar mucho más tiempo a que Irán se pronuncie sobre la propuesta con la que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) pretende reducir los temores y recelos que genera el programa nuclear iraní en la comunidad internacional. Washington cuenta con la complicidad de Rusia, cada vez más favorable a aplicar nuevas sanciones al régimen de Teherán.

"Desafortunadamente, al menos hasta ahora, Irán no ha sido capaz de decir sí a la propuesta del OIEA que todos vemos creativa y constructiva", dijo Obama tras entrevistarse con su homólogo ruso, Dimitri Medvédev, en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se clausuró ayer en Singapur. "Se está agotando el tiempo", añadió el presidente estadounidense, que calificó el plan del OIEA, organismo que depende de la ONU, de "justo".

La propuesta del OIEA, formulada el pasado 21 de octubre, contempla que Irán exporte el 75% de su uranio pobremente enriquecido a Rusia para que una vez allí sea procesado y aumente el porcentaje de enriquecimiento. El material sería enviado a Francia y transformado en combustible que Irán usaría para alimentar un reactor de investigación médica.

CIERRE DE FILAS El presidente ruso cerró filas con Obama, aunque se mostró más comedido. De hecho Moscú, que mantiene estrechos lazos económicos con Teherán, ha sido hasta ahora el gran aliado de Irán en el dosier nuclear. "El proceso de diálogo existe no por el placer de discutir, sino para alcanzar objetivos concretos", afirmó Medvédev. El jefe del Kremlin avisó de que si "el proceso fracasa, otras opciones están abiertas", en alusión a nuevas sanciones. "Estamos dispuestos a ir más lejos", dijo.

Irán ha pedido tiempo para dar una respuesta definitiva. En todo caso, ya ha dicho que prefiere comprar a un tercer país el uranio enriquecido, una forma de no deshacerse del que tiene, suficiente para fabricar una o dos bombas atómicas si estuviera lo suficientemente enriquecido, según los expertos.

Desde Teherán, el exjefe de los Guardianes de la Revolución iraní, el ultraconservador Mohsen Rezai, afirmó que si Irán acepta enviar uranio fuera de sus fronteras sin recibir ninguna compensación a cambio --como el levantamiento de las sanciones--, saldrá como "perdedor en este acuerdo político". Rezai, que fue uno de los candidatos a las elecciones presidenciales de junio, señaló que el fin de las sanciones sería una "una respuesta adecuada y una medida de confianza de los occidentales".

Un tono menos conciliador utilizó el presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani, que durante la sesión de ayer de la Cámara comparó a Obama con su antecesor en la Casa Blanca, el expresidente George Bush. "Después de un año de discursos y falsos eslóganes, es una vergüenza constatar que el comportamiento y las actitudes de este presidente no son mejores que las de su predecesor".

POR EL BUEN CAMINO En otro orden de cosas, la entrevista entre Obama y Medvédev en Singapur sirvió para que ambos dirigentes avanzaran en las negociaciones para un nuevo tratado de reducción de armamento nuclear que sustituya al START, que expira el 5 de diciembre.

Obama señaló que las negociaciones van por buen camino y que se habían logrado "excelentes progresos". Ambos reconocieron, sin embargo, que aún quedan por resolver algunos problemas técnicos, como el que se refiere al proceso de verificación. El nuevo acuerdo, que tendrá una vigencia de 10 años, contempla reducir las cabezas nucleares de cada país a una cifra de entre 1.500 y 1.675.

Durante su estancia en Singapur y antes de viajar a China, Obama participó en una cumbre de la Asociación de Estados del Sureste Asiático (ASEAN), en la que estaba presente el primer ministro de la junta militar de Birmania y número dos del régimen, Thein Sein. El presidente de EEUU exigió a Sein la puesta en libertad de la dirigente de la oposición y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, en arresto domiciliario en Rangún y privada de libertad durante 14 de los últimos 20 años.

En el comunicado de la reunión, la primera a la que asiste un presidente de EEUU, la ASEAN pidió a la Junta militar birmana que las elecciones previstas para el año que viene sean "libres, justas, transparentes y abiertas" a la oposición.