Dos días después del atentado contra la sede de la ONU en Bagdad y con la seguridad en manos del Ejército estadounidense más cuestionada que nunca, el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, anunció ayer que Washington prepara una nueva resolución sobre Irak. La iniciativa estadounidense "podría pedir a los estados miembros que hagan más" por el país ocupado y podría incluir, además, "aspectos sobre el papel que puede desempeñar la ONU".

Ese "hacer más" se traduce en aportar más tropas, una idea a la que numerosos países, incluyendo India, Turquía, Pakistán, Francia, Alemania y Rusia, se han opuesto con anterioridad si no se amplía el mandato de la ONU y si Washington se empeña en controlar la ocupación.

Powell anunció su iniciativa de resolución tras mantener una reunión en Nueva York con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien nuevamente descartó el envío de cascos azules a Irak.

EEUU es consciente de que sólo puede mantener alguna opción de encontrar apoyo con una redacción en la que dé a la ONU algún tipo de autoridad o responsabilidad. Esta ha sido negada hasta ahora desde Washington, pese a que Powell aseguró ayer que el presidente "George Bush siempre ha defendido el papel vital de la ONU en Irak".

AUTORIA DEL ATENTADO

Mientras tanto, las Vanguardias Armadas del Segundo Ejército de Mahoma, un grupo totalmente desconocido, se atribuyeron ayer la responsabilidad por el atentado del martes, a través de un comunicado que fue divulgado por la televisión árabe Al Arabiya.