Estados Unidos se mantuvo firme ayer en su rechazo a la resolución presentada en el Consejo de Seguridad de la ONU por Siria y Angola, que exige a Israel que desista de sus planes "ilegales" de exiliar o eliminar al presidente palestino, Yasir Arafat. El texto "no incluye la condena explícita al terrorismo que pensamos que debía incluir", aclaró el embajador de EEUU, John Negroponte.

Negroponte insistió en que, para dar su apoyo a la resolución, ésta debe incluir una condena explícita al terrorismo que practican Hamas, la Yihad Islámica o las Brigadas de los Mártires al Aqsa. "La resolución es partidista, ya que va totalmente contra Israel y apoya la posición palestina", añadió el embajador. El documento "pide a Israel, el poder ocupante, que desista de cualquier acto para deportar a Arafat y ponga fin a cualquier amenaza contra la seguridad del presidente de la Autoridad Palestina".

ACERCAR POSICIONES

Siria intentó el lunes acercar posiciones con EEUU para evitar que este país vete y, por lo tanto, invalide la resolución cuando se vote. Para lograr este fin, incluyó en el texto la "grave preocupación" por el reciente aumento de la violencia y una referencia a que los ataques de ambos bandos "han causado enormes sufrimientos y muchas víctimas inocentes".

Pero una fuente oficial norteamericana reiteró ayer que Washington seguía oponiéndose a ese texto, antes de las consultas en el Consejo. A su término se mantuvo el plan de votación.

Israel rechazó ayer una iniciativa palestina para declarar un alto el fuego inmediato, respetado por ambas partes y de duración indefinida. El Gobierno israelí exigió a cambio a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que desmantele los grupos radicales.

El consejero para la seguridad nacional de Arafat, Jibril Rayub, fue quien formuló la propuesta. "La base del alto el fuego tiene que ser que las dos partes pongan fin a la violencia. Los israelís tienen que poner fin a su agresión contra los palestinos y la Autoridad Palestina tiene que aplicar el alto el fuego en sus territorios", dijo Rayub. El problema que presenta esta iniciativa para Israel es que también tendría que respetar el alto el fuego bilateral y el primer ministro, Ariel Sharon, no está dispuesto a hacerlo, pues ya dejó clara su voluntad de seguir con los asesinatos selectivos de los líderes de grupos radicales.