El presidente francés, Jacques Chirac, y el primer ministro alemán, Gerhard Schröder, frenaron ayer en Praga el ímpetu belicista de Estados Unidos contra Irak. Francia y Alemania evitaron que la OTAN se comprometiera a adoptar "acciones efectivas" para obligar al régimen de Bagdad a acatar de inmediato las exigencias de las Naciones Unidas. La Alianza Atlántica sólo se comprometió al final a "ayudar y apoyar" a Naciones Unidas (ONU) en sus esfuerzos para desarmar a Irak.

La crisis de Irak fue uno de los temas centrales de la cumbre de la OTAN, celebrada ayer en la capital checa. El presidente norteamericano, George Bush, intentó que sus aliados respaldaran una declaración que abría la puerta a una acción militar de la OTAN contra Irak.

ACCION EFECTIVA

La propuesta de EEUU, a la que tuvo acceso este diario, concluía con la siguiente amenaza: "La OTAN está preparada para tomar acciones efectivas para asegurar el total e inmediato cumplimiento de Irak sin condiciones o restricciones" de la resolución 1.441 de las Naciones Unidas.

Francia y Alemania rechazaron esa formulación y obligaron a Bush a aceptar una declaración mucho más suave. Chirac se opone a cualquier actuación militar automática contra Irak y exige una aprobación previa y expresa del Consejo de Seguridad de la ONU. Schröder rechaza incluso la posibilidad de un ataque militar a Irak.

La declaración aprobada se limita a indicar que "los miembros de la OTAN están unidos en su determinación a adoptar medidas eficaces para ayudar y apoyar a Naciones Unidas" para que Irak cumpla la citada resolución. La OTAN recuerda que la ONU ya advirtió de "las graves consecuencias" de un desacato iraquí.

Chirac, tras reunirse con Bush, explicó que Francia estaba examinando las demandas de apoyo militar efectuadas por EEUU para una eventual guerra con Irak. Francia, indicó Chirac, "tomará una decisión cuando corresponda en función de su propio análisis", según aclararon fuentes diplomáticas francesas.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los 19 aliados aprobaron en Praga integrar en la OTAN en mayo del 2004 a Lituania, Letonia, Estonia, Eslovaquia, Eslovenia, Bulgaria y Rumanía. Esta es la mayor ampliación de la Alianza Atlántica en sus 53 años de historia e incluirá, por primera vez, territorios de la antigua Unión Soviética, como los países bálticos.

PUERTAS ABIERTAS

Los líderes aliados insistieron en que no será la última ampliación de la Alianza Atlántica y que la puerta permanece abierta para los otros tres candidatos: Macedonia, Croacia y Albania.

La cumbre de la OTAN acordó también convertir la lucha contra el terrorismo internacional en la nueva prioridad de la Alianza. La revisión del planteamiento militar elimina las restricciones geográficas al ámbito de actuación de las fuerzas aliadas y asume la doctrina del ataque preventivo.

Para aplicar esa nueva estrategia, la OTAN acordó crear una fuerza de reacción rápida, de unos 20.000 soldados de élite, capaz de desplegarse en cualquier parte del mundo "donde sean necesarios". Esa fuerza comenzará a ser operativa, como muy tarde, en octubre del 2004. Los aliados se comprometieron, además, a aumentar sus gastos de defensa, a modernizar sus equipos militares y a reformar la estructura de mandos de la OTAN.