Las autoridades de Texas (EE.UU.) ejecutaron hoy a Rickey Lynn Lewis, condenado por matar a un hombre y violar a su prometida hace casi 22 años, en 1990, pese a que el reo negó hasta el último momento ser responsable de asesinato.

Lewis, de 50 años, recibió la inyección letal la noche del martes en una prisión de la localidad de Huntsville, según informó la cadena de televisión local KWTX.

La ejecución fue la segunda de este año en Texas, uno de los estados que más aplica la pena de muerte y que en 2012 ejecutó a 15 personas.

De acuerdo con la cadena, no se registró ninguna apelación de último momento para retrasar la ejecución del preso, condenado a la pena capital por el asesinato de George Newman, de 45 años, en una vivienda de una zona rural al este de Dallas.

Lewis también violó a la prometida de Newman, mató a su perro y robó su furgoneta para escapar del lugar.

La mujer, que se encontraba presente en el momento de la ejecución, testificó en el juicio contra Lewis, que admitió haberla violado pero no haber matado a su prometido.

Antes de su arresto, que se produjo tres días después del incidente, Lewis ya había estado en prisión cinco veces en menos de siete años.

La ejecución es la sexta en todo Estados Unidos en lo que va de año. En 2012, un total de 42 personas fueron ejecutadas en el país norteamericano, las mismas que en 2011, según la base de datos que contiene la página web "Death Penalty Information Center".