El Gobierno de La Haya parece haber tirado la toalla y se resigna a aceptar la evidencia de que Holanda se convertirá hoy en el segundo miembro de la Unión Europea que rechazará el Tratado constitucional. En la víspera del referendo, dos encuestas auguraban la victoria del no por un 60% y un 59% de los votos, respectivamente. Un tercer sondeo daba también ganador al no , aunque por menor margen (un 51%).

El 96% de los votantes aseguran no estar influenciados por el resultado del referendo en Francia, aunque la tendencia en favor del no ha ido en alza desde el plebiscito francés.

Ante este panorama, el ministro de Exteriores, Bernard Bot, reconoció, en una entrevista a la CNN, que la batalla está perdida. "Esperábamos una carrera muy igualada, pero parece que ganará el no ", afirmó. El referendo no es vinculante pero los partidos han prometido que respetarán el resultado si la participación es superior al 30%.

Bot subrayó que la integración europea ha llevado prosperidad al país, pero admitió que el Gobierno debería haber explicado mejor a los ciudadanos la Constitución. Pero, aunque la derrota del sea abultada, no parece que el Gobierno holandés vaya a pagar los platos rotos, como en Francia. Bot descartó dimisiones.