La Autoridad Nacional Palestina (ANP) e Israel, con el impulso final de la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, y del alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, cerraron ayer un acuerdo sobre los pasos fronterizos de la franja de Gaza, vital para el desarrollo del proceso de paz. En virtud del acuerdo, por primera vez los palestinos controlarán una frontera propia --la de Rafá, que separa Gaza de Egipto--, Israel autoriza la construcción de un puerto en Gaza y se establecen las bases para una conexión permanente entre Gaza y Cisjordania.

El pacto establece que la UE se responsabilizará de garantizar que el paso fronterizo de Rafá cumple los requisitos de seguridad exigidos por Israel. Para ello, entre 40 y 50 agentes europeos, entre ellos guardias civiles y policías españoles, supervisarán desde el 25 de noviembre --cuando se abra la terminal las 24 horas-- que los controles de seguridad de la ANP son correctos.

En la terminal, un circuito de cámaras grabará todo lo que ocurra y transmitirá en directo las imágenes a una oficina conjunta formada por palestinos, israelís y europeos en el puesto fronterizo israelí de Kerem Shalom. Liderará el equipo europeo el general italiano Pietro Pistolese --con experiencia en Belén, Hebrón y Albania--, y probablemente su número dos será español.

COMPROMISOS ISRAELIS Israel se comprometió a permitir que, a partir del 14 de diciembre, convoyes de autobuses conecten Gaza con Cisjordania, mientras que los camiones con mercancías circularán desde el 15 de enero. La luz verde israelí para el puerto no se extendió al aeropuerto, cuya reconstrucción ha quedado aparcada para próximas negociaciones. Algo que no impidió a Rice expresar su satisfacción por un acuerdo que "permite a los palestinos moverse y comerciar", conclusión exagerada teniendo en cuenta los permisos necesarios y las trabas aún existentes --muro, bloqueos y controles de carreteras en Cisjordania-- pero una buena noticia para los habitantes de Gaza.

Si la diplomacia dio ayer buenas noticias, la política interna le dio otro disgusto al primer ministro israelí, Ariel Sharon, que vio cómo su hijo Omri se declaraba culpable ante un tribunal de financiar ilegalmente la campaña de su padre en 1999. Omri, diputado, anunció que deja la política como parte de un acuerdo entre defensa y acusación.

Los tribunales militares israelís dejaron otra sentencia: la absolución --por las contradicciones entre los testigos-- de un capitán, acusado de rematar a quemarropa a una niña palestina en Rafá en el 2004. La niña, de 13 años, recibió 20 tiros en una zona militar cerrada.