El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) ha confirmado este miércoles que el Ejército de Bashar al Asad ha tomado el control de la ciudad vieja de Alepo, que estaba en poder de los rebeldes. En las últimas dos semanas, desde que las tropas del presidente sirio iniciaron la ofensiva sobre este enclave, los insurgentes han perdido tres cuartas partes de su principal feudo en Siria. Ahora los rebeldes resisten en una zona en el norte de la ciudad.

La ofensiva del Ejército y de sus aliados para entrar en el centro histórico de Alepo empezó el martes, apoyada por intensos bombardeos, y ha culminado ahora en la que es la victoria más importante para las tropas del presidente sirio en los cinco años que dura ya la guerra civil. El Observatorio -con sede en Londres y una amplia red de observadores sobre el terreno- ha precisado que el ataque se ha prolongado durante toda la noche y ha incluido intensos ataques aéreos y bombardeos que han forzado a los rebeldes a retirarse del casco antiguo, zona en la que resistían. Incluso han abandonado la emblemática zona de la histórica mezquita de Umayyad.

Con la toma de la ciudad vieja, Asad controla ya prácticamente toda la ciudad --solo queda en manos rebeldes una zona del norte--, la más poblada de Siria antes de que empezara la guerra que, en cinco años ha causado la muerte de cientos de miles de personas, ha dejado sin hogar a más de la mitad de la población y ha provocado una grave crisis de refugiados.

LOS REBELDES LLAMAN A UN ALTO EL FUEGO

En un comunicado conjunto, las distintas fuerzas insurgentes han llamado a un "alto el fuego inmediato de cinco días" que permita la evacuación de civiles bajo control de la ONU. hacia el norte de la provincia, donde aún controlan parte del territorio. Asimismo, proponen "negociaciones sobre el futuro de la ciudad una vez atendida la urgencia humanitaria. Desde el inicio de la ofensiva, el pasado 15 de noviembre, han muerto 369 civiles, entre ellos 45 niños, y han huido 80.000 personas de la ciudad, según el OSDH.