Mientras se preparaba para anunciar su Gabinete ministerial de "independientes" y "notables", el presidente interino de Bolivia, Carlos Mesa, recibió ayer el respaldo de los mandos militares y las primeras advertencias de los partidos tradicionales, que fueron excluidos del nuevo Gobierno. Mesa escuchó las promesas de lealtad castrense en su primer acto como comandante de las Fuerzas Armadas, sobre las que pesan graves acusaciones por la represión que provocó 74 muertos y centenares de heridos durante las protestas populares que terminaron con el mandato de Gonzalo Sánchez de Lozada.

"Cuando se nos ponga una circunstancia como ésta", les dijo Mesa a los uniformados, en alusión a la reciente revuelta, "que nuestro norte primero sea la defensa de la patria, del orden, de la democracia, de la Constitución y de la soberanía". Y remarcó: "También la defensa de la patria es la garantía de la vida de nuestros compatriotas".

"NI OLVIDO NI VENGANZA"

En un encuentro con vecinos de El Alto, la localidad lindante con La Paz que sufrió el mayor número de muertos --unos 50-- en las revueltas, Mesa dijo que no quiere "ni olvido ni venganza".

Entretanto, dos de los partidos tradicionales que acompañaban a Sánchez de Lozada --el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)-- ya se pusieron al acecho del flamante mandatario. En conferencia de prensa, el sábado, Mesa dijo que "el país no está en condiciones de aceptar un Gabinete formado por partidos políticos y es por esta situación que se tomó la determinación de que los ministros sean destacados profesionales".

El MNR anunció que no acompañará a quien fuera hasta hace tres días vicepresidente. Para el senador del MIR Hugo Carvajal, la política esbozada por Mesa "abre una preocupante era de inestabilidad, porque los cambios planteados" (entre los que incluyó el llamamiento a una Asamblea Constituyente) "son demasiado peligrosos, debido a las presiones sociales".

"No puede haber más inestabilidad de la que ha generado Sánchez de Lozada", señaló por su parte el Movimiento al Socialismo (MAS), partido que lidera el dirigente de los cultivadores de coca, Evo Morales, quien anunció una "tregua" con Mesa hasta ver cuál es su rumbo político.