Ocho personas han muerto, entre ellos dos policías, en los enfrentamientos ocurridos en Port Said, tras el veredicto del pasado sábado que condena a muerte a los ciudadanos que participaron en los incidentes del año pasado después de un partido de fútbol. El veredicto ha provocado enfrentamientos al noreste de la ciudad que se han saldado con al menos ocho muertos.

Además, los incidentes en el país no son un caso aislado. Los choques entre policía y manifestantes antigubernamentales continúan en ocho provincias del país. Se han registrado al menos nueve muertos en Suez, 61 heridos en la provincia de Alejandría y 32 en El Cairo, según ha informado el Gobierno egipcio en un comunicado oficial.

Según la televisión estatal, más de 50 personas han resultado heridas en los enfrentamientos ocurridos cuando los familiares de los condenados trataron de invadir la prisión en la que estaban encerrados. Según los testigos presenciales, unos desconocidos abrieron fuego contra los policías, que respondieron con gases lacrimógenos.

El ejército ha desplegado las tropas en la localidad, la segunda después de que ya lo hiciera en Suez.

Aplausos en El Cairo

Sin embargo, en la sala del tribunal, en El Cairo, el veredicto fue recibido con aplausos y gritos de los familiares de las víctimas. El presidente del tribunal también estableció el veredicto para los restantes 52 acusados, entre ellos nueve policías, juzgados en abril por su presunta responsabilidad en la violencia en el estadio de Port Said.

En febrero de 2012, 74 personas murieron tras un encuentro entre el Club Al-Ahly, de El Cairo, y un equipo local, Al-Masry. Después de los locales consiguieran la victoria por 3-1, lo que suponía la primera derrota de la temporada para el equipo de El Cairo, los aficionados invadieron el campo y lanzaron piedras y botellas a los visitantes.

Durante los días posteriores miles de personas se manifestaron en contra de las fuerzas del orden, y la violencia entre la policía y los manifestantes acabó con la vida de 16 personas en El Cairo y el norte de Suez.

Una investigación parlamentaria culpó a la policía por negligencia, acusándola de haber subestimado el riesgo de enfrentamientos en el estadio, incluso después de que algunos aficionados abandonaran el estadio antes del partido por miedo a represalias.