El Ejército israelí entró anoche en el asentamiento de Neve Dekalim, bastión de los colonos rebeldes, para iniciar la evacuación forzosa de la franja de Gaza. Cerca de un millar de soldados penetraron en la colonia sin encontrar resistencia pocas horas antes de que se cumpliera el plazo otorgado por el Gobierno del primer ministro, Ariel Sharon, para que los afectados por el plan de retirada marcharan por su propio pie.

"La evacuación forzosa empezará justo después de medianoche", declaró el ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz. "Hasta entonces, ayudaremos a las familias que quieran irse", añadió. Cientos de jóvenes judíos dispuestos a oponer resistencia se atrincheraron en tres sinagogas vecinas una de otra. En el ambiente se respiraba tensión, ya alimentada por la explosión de los primeros brotes de violencia durante la segunda jornada del desalojo de las colonias.

Más temprano, en una operación destinada a permitir la entrada de camiones de mudanza en Neve Dekalim, soldados y policías israelís se enfrentaron con varios centenares de colonos. Una cincuentena de radicales detenidos y dos policías levemente heridos fue el saldo de la violenta refriega.

EXTREMISTAS DE FUERA Es un anticipo de lo que se pueden encontrar los militares israelís a partir de hoy. Ayer, lo único que intentaron fue establecer un cordón de seguridad para que unas 120 familias de la colonia que habían expresado su voluntad de irse pudieran cargar sus pertenencias en los camiones. La operación incluso contaba con el visto bueno de las autoridades del asentamiento.

Pero, como ya empieza a ser habitual, los jóvenes extremistas --que mayoritariamente proceden de fuera de las colonias de Gaza--, indignados porque durante la noche el Ejército había destruido la barrera del asentamiento, impidieron el acceso de los camiones. Los radicales lanzaron piedras, pintura, productos de limpieza y hasta una especie de ácido contra los policías.

NIÑOS Y MUJERES Las fuerzas de seguridad, por su parte, evitaron cargar contra la multitud --en la que había niños y mujeres-- pero sí devolvieron los golpes de los manifestantes. Finalmente, los propios habitantes de Neve Dekalim lograron calmar los ánimos y los camiones de mudanza consiguieron acceder al asentamiento.

Las fuerzas de seguridad israelís advirtieron de que, a partir de hoy, van a tratar sin contemplaciones a todos los que actúen con violencia.

Hasta el momento, sin embargo, el Ministerio de Defensa se muestra satisfecho del desarrollo de la evacuación y ayer informó de que si la operación sigue este ritmo podría acabar en 10 días. Israel anunció que casi la mitad de los colonos se han marchado pacíficamente. "El plan va según lo previsto", declaró el coordinador gubernamental de la evacuación, Eival Guiladi. A la mitad que queda hay que añadir los 5.000 infiltrados procedentes de Israel y Cisjordania. Podrían ser más, pero la policía ha detenido en dos días a 850 cuando trataban de entrar en los asentamientos.