Cuatro días ha tardado el Ejército de Israel en retirar a todos sus soldados de la franja de Gaza. Un portavoz de Hamás certificó ayer la completa evacuación de los militares israelís del diminuto territorio palestino, aunque aprovechó la ocasión para exigir el levantamiento del bloqueo antes de aceptar una eventual tregua. Mientras tanto, las autoridades de Israel llegaron a prohibir la difusión de los nombres de los oficiales del Ejército que participaron en la ofensiva por temor a que sean acusados de crímenes de guerra. Fawzi Barhum, portavoz de Hamás en Gaza, dijo que la retirada no basta "para resolver la crisis". "Exigimos el levantamiento total del bloqueo y la reapertura de todos los puntos de pasaje para que nuestro pueblo pueda vivir en paz y en seguridad", añadió.