Un anciano paralítico, Mahmud Halfalla, de 70 años, murió ayer en el campo de refugiados de Jan Yunis aplastado por las ruinas de su casa, después de que excavadoras del Ejército de Israel destruyeran el inmueble durante una operación militar en este campo de la franja de Gaza. Fuentes del Ejército israelí se limitaron a indicar que las casas que fueron destruidas en la zona estaban deshabitadas y que eran utilizadas por activistas palestinos para disparar contra el asentamiento de Gush Katif.

Pero, por lo visto, no todas estaban deshabitadas. Según testigos presenciales, sobre las cuatro de la madrugada las excavadoras llegaron a la casa donde se encontraba el anciano, tras haber destruido una docena de inmuebles en una operación que empezó de madrugada. Halfalla intentó huir, pero la silla de ruedas no le permitió hacerlo con suficiente rapidez. Una vez los militares abandonaron la zona, los residentes del barrio encontraron al paralítico aplastados por los escombros.

En los últimos días, las operaciones de destrucción de casas en Jan Yunis se han convertido en habituales. El Ejército israelí sostiene que pretende de esta forma acabar con los ataques contra Gush Katif, pero fuentes palestinas denuncian que algunas de las casas destruidas se encuentran muy alejadas de la colonia.

COMICIOS APLAZADOS Por otra parte, el primer ministro palestino, Ahmed Qurei, anunció ayer que las elecciones municipales palestinas --que deberían empezar en agosto en Jericó-- han sido retrasadas hasta el mes de noviembre. Qurei explicó que, en este tiempo, el Consejo Legislativo Palestino (CLG) introducirá una serie de cambios en la ley electoral. El principal punto que debe dirimir el CLG es si los alcaldes serán elegidos de forma directa o por los plenos municipales.