Un error del Ejército israelí contribuyó ayer a aumentar la tensión en Hebrón. En un suceso que en un principio se atribuyó a palestinos disfrazados de soldados, dos guardias de seguridad de un asentamiento murieron a manos del Ejército, uno de ellos tras recibir el impacto de un misil lanzado por un helicóptero Apache. Fuentes militares informaron de que los soldados confundieron a los israelís con "terroristas palestinos", ya que habían recibido el aviso de que se iba a producir un ataque contra colonos en la carretera donde tuvo lugar el ataque.

La sucesión de errores llevó al Ejército a anunciar una investigación. Sobre la una de la tarde, en una colina cercana al asentamiento de Pnei Hever, próximo a Hebrón, los soldados localizaron un coche sospechoso, con dos personas armadas en su interior. Uno de sus ocupantes salió a preparar un café en el arcén y el otro puso en marcha el coche.

En ese momento, según fuentes militares, los soldados dieron la orden de alto, pero el conductor hizo caso omiso, por lo que los militares dispararon y lo mataron. Al oír los tiros, el otro guardia corrió hacía el coche y, según informó el Canal 2, llamó a las fuerzas de seguridad en la zona pidiendo ayuda, ya que creía que estaban siendo atacados por los palestinos. Pero el helicóptero Apache que hizo acto de presencia disparó contra él. Los dos muertos trabajaban como guardias de seguridad en una colina cercana al lugar de los hechos, donde vigilaban una antena.