Los democristianos flamencos (CDV) y sus socios, los nacionalistas del N-VA, parten como favoritos en las legislativas que se celebran hoy en Bélgica y que encaminarán al país hacia un cambio de su estructura federal para dar más poder a las regiones. Flandes, la región más poblada y rica de Bélgica, aspira a un estado cada vez más confederal, para liberarse de la carga de la Valonia francófona, anclada en la crisis económica, según los partidos flamencos.

Yves Laterne, líder del CDV y presidente del Gobierno regional flamenco, puede convertirse en el nuevo primer ministro de Bélgica. Los sondeos otorgan el 28% de los votos de Flandes a los democristianos y relegan a cuarta fuerza a los liberales, con el 18,6% de los votos, tras los socialistas (19,4%) y los independentistas de extrema derecha Vlaams Belang (23%).