La banlieue de París, la desfavorecida periferia de la capital francesa, se ha puesto claramente del lado de Ségolène Royal. En las poblaciones donde se iniciaron los disturbios de otoño del 2005, la candidata socialista ha sacado una ventaja de hasta 20 puntos al presidenciable de la derecha, Nicolas Sarkozy. La crisis que incendió la banlieue y la utilización de la palabra racaille (chusma) en alusión a los jóvenes que protestaban por su presencia en un barrio marginal ha pasado factura al líder de la UMP en una zona donde, en el año 2002, la suma de los votos conservadores y de la extrema derecha superó a la izquierda.