Uruguay se encuentra a las puertas de un recuento dramático de los votos que definirá si el país gira al centroderecha o mantiene en el Gobierno a la coalición de centroizquierda Frente Amplio (FA). A la espera de los resultados finales, en una situación de «empate técnico» entre los candidatos, Luis Lacalle Pou (48,7%), del Partido Nacional y Daniel Martínez, del FA (47,8%), el primero de los competidores ya se consideraba ayer futuro presidente.

El Tribunal Electoral debe escrutar 35.200 votos pendientes de análisis para decidir si computan y 53.000 anulados. El país contendrá la respiración hasta el jueves o el viernes.

«Tenemos la convicción de que en marzo tomará posesión un Gobierno multicolor en nuestro país», dijo el candidato del Partido Nacional. Martínez no reconoció por el momento que no puede dar la vuelta al resultado. Sin embargo, Yamandú Orsi, su asesor de campaña, dijo que «los números dan que es muy probable que el presidente sea Lacalle Pou».

El FA gobierna Uruguay desde el 2005 y en la primera vuelta del 27 de octubre fue la fuerza más votada con un 39%. El actual presidente, Tabaré Vázquez, le restó dramatismo a la posibilidad de una derrota de su coalición. «Hay que alternar personas y partidos», dijo.