El Tribunal Especial de Sierra Leona (TESL) ha iniciado esta mañana el juicio contra los acusados de cometer atrocidades durante la guerra civil que sacudió el país hace diez años. Los líderes de la milicia progubernamental Moinina Fofana, Allieu Kondewa y Sam Hinga Norman se sientan en el banquillo de los acusados.El TESL se declaró el pasado lunes competente para juzgar al expresidente liberiano Charles Taylor y rechazó la inmunidad que este alegó para no someterse a su jurisdicción.Los cargos contra los acusados van desde el alistamiento de soldados infantiles --la primera vez que este tipo de crímenes es juzgado conforme a la ley internacional-- hasta las mutilaciones y violaciones de niños. Aproximadamente 50.000 personas fueron asesinados.El tribunal, que sigue las pautas de los tribunales internacionales creados por la ONU para la antigua Yugoslavia y Ruanda, es sin embargo un híbrido ya que estará integrado por jueces sierraleoneses y extranjeros y se regirá por las leyes locales, con lo que se confía que se podrán evitar las demoras que aquejan a aquéllos.Cargos contra TaylorSegún el TESL, Taylor, exiliado actualmente en Nigeria, estuvo implicado en las graves violaciones de los derechos humanos registrados durante once años de guerra civil en Sierra Leona.Taylor apoyó al Frente Revolucionario Unido (FRU) sierraleonés a cambio de pagos en diamantes que los rebeldes extraían de las regiones bajo su control.Según el tribunal, el antiguo hombre fuerte liberiano fue el principal proveedor de armas del FRU, cuyos miembros cometieron numerosas atrocidades contra la población civil, a la que mantenían aterrorizada con amputaciones de manos y pies para obligarle a prestarles ayuda.En agosto pasado, tras meses de violentos combates entre el Ejército liberiano y grupos rebeldes que buscaban derrocar a Taylor, éste, bajo intensa presión internacional, renunció y marchó al exilio en Nigeria, lo que permitió iniciar un proceso de paz en Liberia tras casi quince años de conflictos.El TESL ha indicado que espera que las autoridades nigerianas entreguen ahora a Taylor, quien, junto con su familia, reside en la ciudad sureña de Calabar.