Los equipos de rescate han logrado sacar con vida de entre los escombros a una mujer que ha permanecido casi siete días entre las ruinas del edificio de 11 plantas que hace una semana se desplomó en la ciudad turca de Konya, en la provincia de Anatolia central.

La mujer, identificada como Yasemin Yaprakce y que apenas puede hablar, ha sido trasladada en una ambulancia a uno de los hospitales de la ciudad, donde tenía preparada una cama desde que fuera localizada por los bomberos siete horas antes de su evacuación, ha informado la cadena de televisión turca NTV.

Según los miembros de los equipos de socorro, el estado de salud de Yaprakce es bueno, aunque de extrema debilidad, y se encuentra consciente y "con ánimo".

Los bomberos han encontrado a la mujer a las 2.30 horas de la madrugada, tumbada en lo que fue el sótano del edificio y rodeada por tres cadáveres, que han tenido que ser desenterrados primero para que poder sacarla de entre las ruinas.

Según Sedar Demirel, jefe de los servicios de rescate, el ánimo de Yapracke ha mejorado después de que pudiera hablar con su familia y supiera que su hija de dos años y medio, que también se encontraba en el edificio, está viva.

El esposo y la hija están vivos

Hidir Yapracki, el marido de Yasemin, ha explicado, por su parte, que ambos trataban de escapar cuando el edificio comenzó a desplomarse, pero que mientras que él pudo salir con su hija en brazos, su esposa quedó rezagada. "Pero nunca perdí la esperanza de volver a ver a mi mujer con vida", ha agregado.

Los equipos de socorro comenzaron a excavar en la zona tras escuchar el testimonio de Mohamet Kalem, un muchacho de 16 años a quien ayer también se encontró con vida, de forma milagrosa, entre los escombros.

Kalem, a quien su familia ya le había preparado una tumba, proporcionó información sobre otras personas que se encontraban, como él, en la planta baja del edificio desplomado.

Trabajo incansable de los bomberos

Los bomberos, que trabajan incansablemente desde el pasado lunes removiendo los cascotes, hacía ya tres días que no encontraban más que cadáveres, pero la aparición de Yaparcke con vida esta madrugada ha sido recibida con gritos de euforia.

Los once pisos del lujoso edificio de la avenida Kirkuk de Konya se desplomaron el pasado lunes a las 20.30 hora local, y según fuentes oficiales 144 personas vivían en los 37 apartamentos del inmueble.

Según las primeras valoraciones de los bomberos, el edificio se vino abajo por la deficiente calidad del hormigón utilizado, que tenía mucha arena y poco cemento.

Hasta el momento se han encontrado 70 cadáveres, los tres últimos esta misma madrugada, y tras el rescate de Yaparcka, 29 personas han sido sacadas con vida.