Rusia es el tercer socio comercial de la UE y su principal suministrador energético. Es un socio ineludible en la gestión de las crisis internacionales, en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, en la seguridad exterior, en la guerra en Afganistán y en el proceso de paz de Oriente Próximo. El 33,5% del petróleo importado por la UE procede de Rusia y el 47%, del gas importado.