París ha amanecido este sábado tomada por las fuerzas de seguridad ante una nueva jornada de alta tensión por la convergencia de tres protestas: la de los 'chalecos amarillos', contra la reforma de las pensiones y la movilización por el clima. Además, las protestas coinciden con la Jornada del Patrimonio, que abre a los ciudadanos algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad.

El Ejecutivo ha desplegado hasta de 7.500 agentes de las fuerzas del orden para evitar altercados, que sin embargo ya han empezado desde primeras horas. En la plaza de la Madeleine, los antidisturbios han utilizado gases lacrimógenos para dispersar a un grupo de 'chalecos amarillos'

Temor a los 'black blocs'

A las 12 del mediodía, según la Prefectura de Policía, ya habían sido detenidas 65 personas. Las autoridades habían extremado las precauciones ante el temor de la presencia de los llamados 'black blocs", grupos de encapuchados que siembran el caos en las manifestaciones.

Pese a ser la Jornada del Patrimonio, algunos de los monumentos parisinos más emblemáticos permanecen cerrados por motivos de seguridad. Entre ellos, el Arco de Triunfo, que resultó dañado gravemente dañado en las protestas del año pasado.