El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, se encuentra en estado crítico después de que su salud sufriera ayer un grave deterioro. Ya entrada la noche, una ambulancia acudió a la sede de la Mukata, la residencia de Ramala donde el líder palestino ha permanecido confinado los últimos dos años, y un equipo de médicos entró en el edificio para atenderle.

"Arafat está muy, muy enfermo", declaró a la agencia Reuters un miembro del Gobierno palestino, que pidió mantenerse en el anonimato. Uno de sus colegas, Hassan Abú Libdeh, dijo que el presidente palestino se encontraba en estado crítico.

Un portavoz del Gobierno israelí señaló que Israel ha decidido permitir que Arafat sea trasladado al hospital de Ramala, o a cualquier lugar que él elija, para recibir tratamiento y que, si fuera necesario, también permitiría la entrada de médicos procedentes de Jordania. En los últimos dos años, Israel ha restringido por completo los movimientos de Arafat, quien no ha podido abandonar la Mukata.

LOS COLONOS RETAN A SHARON Por otra parte, los colonos judíos de la franja de Gaza reaccionaron ayer con indignación a la votación del martes en el Parlamento israelí que aprobó el plan de evacuación de los asentamientos de la franja de Gaza y de cuatro colonias de Cisjordania impulsado por el primer ministro, Ariel Sharon.

Mientras sus representantes intentan, por ahora en vano, detener de forma legal la evacuación, mientras sus últimas esperanzas se depositan en el referendo que una parte del Likud quiere que Sharon convoque, los colonos de Neveh Dekalim rehuían a la prensa. Los pocos colonos que querían hablar se quejaban de la "traición" de Sharon.

Pero Sharon no parece estar dispuesto a dar su brazo a torcer. Ayer, sus allegados insistían en que no convocará un referendo pese a la amenaza de dimisión de cuatro ministros.