Serbia envió ayer suministros médicos a Italia en un gesto, afirman los dirigentes del país balcánico, de solidaridad ante la pandemia tras el rifirrafe de esta semana entre Belgrado y Bruselas sobre la colaboración europea en la lucha contra la enfermedad. El presidente serbio lamentó que «la solidaridad europea no existe, era un cuento de hadas» y que por eso pidió ayuda a China, «el único que puede ayudar».