Los equipos de socorro han sacado vivas de entre los escombros a cuatro personas más en Haití en las últimas 24 horas, incluido un bebé de 22 días y a un niño de tres años, con lo que la cifra de rescatados llegó a 121, ha revelado hoy la ONU.

En el punto máximo de la operación de salvamento, han participado 52 equipos terrestres, compuestos por un total de 1.820 colaboradores y 175 perros.

Hoy, una semana después del terremoto, permanecen 36 equipos que todavía tratan de encontrar supervivientes, tras los recates de los últimos días que muchos consideran casi milagrosos.

75.000 muertos oficialmente

La Dirección de la Protección Civil haitiana (DCP) ha estimado en 75.000 el número de víctimas mortales del terremoto del pasado 12 de enero, según los medios de comunicación locales. El anterior balance, hecho público el pasado domingo por el secretario de Estado para la Alfabetización, Carol Joseph, era de 70.000 muertos.

El seísmo ha afectado a los veinte municipios del departamento de Oeste y a los diez del departamento de Sureste. De momento, según informó este organismo dependiente del Ministerio del Interior, se han registrado 75.000 muertos, 250.000 heridos y más de un millón de personas sin hogar.

En el departamento de Sureste, la ciudad más afectada ha sido su capital, Jacmel, mientras que en el departamento de Oeste el seísmo ha arrasado seis ciudades, Carrefour, Grand-Goave, Gressier, Léogane, Petit-Goave y la capital del país, Puerto Príncipe, donde la mitad de los edificios han quedado destruidos.

Leógane, sin ayuda

Al respecto, los habitantes de Léogane han lamentado que las labores de salvamento se estén centrando en Puerto Príncipe en detrimento de otras localidades situadas a unos pocos kilómetros de la capital. "Es como si Haití se limitase a Puerto Príncipe", declaró un vecino a la agencia de noticias local Haiti Press Network.

Leogane ha quedado destruida en un 90 por ciento y se teme que haya entre 20.000 y 30.000 muertos, pese a lo cual apenas les llegan servicios de rescate, recursos o atención médica y dependen plenamente "de la solidaridad" de sus propios habitantes.