El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha exigido a su homólogo egipcio, Abdelfatah al Sisi, decretar una amnistía general para poner fin a las ejecuciones de prisioneros como condición previa a la normalización de las relaciones bilaterales entre ambos países.

Las críticas de Erdogan hacia la ejecución de 9 reos en El Cairo, el pásado miércoles, fueron especialmente duras denunciando que sus confesiones se habían obtenido mediante torturas.

"Yo no puedo hablar con alguien así [como Al Sisi]. Antes que nada debe liberar a todas las personas entre rejas, mediante una amnistía general. Mientras no los libere, nosotros no hablaremos con Al Sisi", dijo el presidente turco en una entrevista televisiva el sábado por la noche.

EL "SILENCIO" DE OCCIDENTE

Erdogan recriminó el "silencio" de los países occidentales ante las ejecuciones. La pena de muerte en Egipto es "un crimen contra la humanidad" ya que, según el presidente turco, "desde la llegada al poder de Al Sisi, se han ejecutado a 42 personas."

El mandatario se dirigió con contundencia a Occidente: "Y luego ponen el grito en el cielo por la gente que nosotros tenemos en la cárcel, cuando aquí no tenemos pena de muerte." "¿Dónde está Occidente? ¿Escucháis la voz de Occidente? ¿Alguien le pregunta [a Al Sisi] qué ha hecho? No", insistió Erdogan.

SIN RELACIONES

Las relaciones entre Egipto y Turquía se rompieron cuando el actual mandatario egipcio Al Sisi dio un golpe de Estado en verano de 2013. Este nuevo régimen hizo caer al entonces presidente de Egipto Mohamed Morsi, aliado de Ankara.

En noviembre de ese mismo año, El Cairo y Ankara expulsaron a sus respectivos embajadores y, en 2014, varios políticos egipcios ceranos a Morsi y la organización de los Hermanos Musulmanes se agruparon en un organismo opositor en el exilio en Estambul.