Europa y Asia ya cuentan con conexión por carretera subterránea. El Túnel Eurasia ha sido inaugurado este martes en Estambul, con la esperanza de que contribuya a descongestionar el denso tráfico que aflige a la ciudad del Bósforo. Se trata de laúltima gran obra de la era Erdogan, decidido a devolver a Turquía parte del esplendor perdido con la caída del Imperio Otomano.

En una multitudinaria ceremonia, el propio presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha sido el encargado de inaugurar la infraestructura, diseñada “para resistir terremotos y tsunamis y que puede usarse incluso como búnker, si fuera necesario”, según la prensa local.

“Dejamos atrás las noticias de viajes en barco suspendidos por el mal tiempo. El Túnel Eurasia permite que la gente transite entre los lados europeo y asiático sin ser afectada por las condiciones meteorológicas”, ha señalado Erdogan. Asimismo, el mandatario ha anunciado que lo recaudado hasta final de año del peaje de tránsito (que se cobra de forma electrónica y cuesta poco más de un euro) “será ofrecido a las familias de los mártires”, el modo preferido de Ankara de referirse a los muertos en atentados.

EL TÚNEL MÁS PROFUNDO

Por su parte, el primer ministro turco, Binali Yildirim, alabó al Jefe de Estado con una referencia histórica: “Cuando el sultán Mehmet 'El Conquistador' estaba conquistando Estambul, los barcos se llevaron sobre la tierra. Hoy, su nieto, Recep Tayyip Erdogan, y sus amigos están pasando coches y trenes bajo el mar. Estamos abriendo el túnel más profundo del mundo”.

El túnel cuenta con dos niveles, uno para cada dirección, y cada uno de éstos tiene dos carriles. Las obras comenzaron en 2011 y han tenido un coste total de unos 1.150 millones de euros. La infraestructura tiene 14,6 kilómetros de la largo, de los cuales 5,4 son de túnel y 3,3 de éstos son subterráneos a una profundidad que supera los 106 metros. Los responsables del proyecto aseguran que unos 100.000 vehículos ligeros usarán el túnel al día y que, según sus cálculos, servirá para reducir el tiempo de desplazamiento para el mismo trayecto en hora punta de 100 a 15 minutos. De este modo -aseguran-, se reducirá el consumo de combustible y las emisiones de gases contaminantes.

En octubre de 2013, Turquía abrió el túnel ferroviario del Marmaray (un juego de palabras entre el mar de Mármara y la palabra turca para “raíl”), un tren subterráneo que conecta las orillas europea y asiática de la ciudad bajo las aguas del Bósforo. Y el pasado mes de agosto, Erdogan inauguraba otra de sus obras faraónicas: el tercer puente sobre el estrecho, que llamó Sultán Selim “El Valiente”, en honor al mencionado sultán, quien expandió los dominios del Imperio Otomano y logró el título de Califa del islam.

NUEVO AEROPUERTO

Entre otros megaproyectos impulsados por Erdogan están el tercer aeropuerto para Estambul, la creación de un canal artificialentre el mar de Mármara y el mar Negro para desahogar el Bósforo de tráfico marítimo (un controvertido proyecto denominado "Canal Estambul" situado al oeste de la ciudad), además de un puente en el estrecho de los Dardanelos, cuya ceremonia de puesta de la primera piedra está prevista para 2018.

Yildirim ha anunciado también que el tercer aeropuerto será inaugurado, “si dios quiere”, el 26 de febrero de 2018, coincidiendo con el 64 cumpleaños de Erdogan.