El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha hecho un firme llamamiento a abandonar el camino de las sanciones para solucionar el conflicto nuclear con Irán y ha apelado a la comunidad internacional a apoyar el acuerdo suscrito con Teherán por el que Turquía se compromete a enriquecer el uranio iraní para destinarlo a un reactor nuclear.

Erdogan ha afirmado que el pacto, suscrito también por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, es una hoja de ruta que abre la puerta a que a partir de ahora se vayan dando pasos positivos en la buena dirección.

El dirigente turco ha hecho estas declaraciones en Madrid, donde participa en la cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe en calidad de invitado. El primer ministro ha defendido el derecho iraní a desarrollar un programa nuclear pacífico y ha criticado que sean precisamente las potencias con armas atómicas las que se las niegan a Teherán.

LEY IGUAL PARA TODOS

"Mientras mantengan sus armas nucleares, ¿dónde está la credibilidad de pedir a los demás países que no las tengan?", se ha preguntado Erdogan.

El primer ministro ha recordado que uno de los países que con más vehemencia se oponen al programa nuclear iraní, Israel, tiene arsenales nucleares que nadie discute, lo que le ha llevado a preguntarse: "¿Creemos en la supremacía de la ley o en la ley de los supremos?".

MARGEN DE CONFIANZA

Ante el escepticismo que levanta en Occidente el acuerdo entre Irán, Turquía y Brasil, Erdogan ha pedido un corto plazo de tiempo para valorarlo en su justa medida. "Si en un mes no cumple, Irán se quedará solo".

En un plazo de 30 días, Teherán debe enviar a Turquía 120 kilos de uranio pobremente enriquecido. En el plazo de 10 meses deberá haber completado la transferencia de 1.200 kilos. A cambio, al final del proceso, el Organismo Internacional de la Energía Atómica le facilitará 120 kilos de uranio enriquecido al 20% para su reactor de investigación médica.