Levantar la prohibición del velo en las universidades y permitir la enseñanza del kurdo son dos asuntos espinosos en la laica y nacionalista Turquía que pueden hacerse realidad con la nueva Constitución, aún en sus borradores iniciales, que prepara el Gobierno islamista liberal dirigido por Recep Tayyip Erdogan. "Ha llegado el momento de que Turquía tenga una nueva Constitución moderna y para todos", proclamó Erdogan ayer en una rueda de prensa en la que se refirió a los preparativos del nuevo texto, "liberal" y "en consonancia con la Unión Europea", que sustituirá al actual, redactado por los militares en 1982.

En los esbozos publicados hasta ahora por la prensa local se establece que "nadie puede ser privado de la educación superior por su modo de vestir", lo que permitiría a las mujeres que se cubren con un pañuelo (el 48% de las turcas) o con un velo islámico (el 12%) acceder a la universidad, un recinto prohibido hasta ahora para ellas. Sin embargo, según el diario Milliyet, se busca una redacción de consenso que impida el acceso con vestimentas más fundamentalistas, como las túnicas y el çarsaf , un mantón negro que cubre a la mujer de la cabeza a los pies.

DURO AVISO La iniciativa ya ha puesto en guardia al llamado establishment laico (militares, jueces, altos funcionarios y burguesía urbana), que ayer lanzó un aviso a Erdogan y amenazó con llevar a los tribunales e incluso a la Corte Europea de Derechos Humanos el levantamiento de la prohibición del velo. "Permitir que se vista libremente en la universidad no es posible desde el punto de vista legal", dijo Erdogan Teziç, portavoz de los rectores y presidente del Consejo Superior de la Educación, órgano heredado de la dictadura militar que puede desaparecer con la nueva Constitución. Su supresión es una histórica demanda de las organizaciones estudiantiles.

Las asociaciones feministas y de defensa de los derechos humanos habían solicitado el fin de lo que consideran una "discriminación injusta" de una importante porción de la población. El presidente, Abdulá Gül, quitó hierro al asunto y afirmó que está seguro de que la Constitución respetará el laicismo.

El establishment laico tampoco ve con buenos ojos la apertura del Gobierno en el tema de la educación en kurdo. El Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD, gubernamental) anunció ayer que estudia cómo permitir que esta lengua se pueda estudiar en las universidades, "aunque sea como lengua extranjera".

La Constitución abrirá la puerta al reconocimiento de la "diversidad" de Turquía, un guiño a los kurdos, y en el artículo 3, que reza que "la lengua de Turquía es el turco", se introducirá el matiz de que es "la lengua oficial", lo que supone reconocer la existencia de otras lenguas.