Cumbre atípica en el polémico Palacio Presidencial de Turquía. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se reunió este lunes con el líder de la oposición, el socialdemócrata laico Kemal Kiliçdaroglu, y con el líder del Partido del Movimiento Nacionalista (derecha reaccionaria), Devlet Bahçeli, en presencia también del primer ministro, Binali Yildirim. Según fuentes de Presidencia, “intercambiaron puntos de vista en el proceso venidero”. “El presidente escuchó las opiniones de los líderes sobre las medidas cautelares que han de adoptarse en el futuro”, al tiempo que “acordaron usar mecanismos de diálogo político”, agregaron las fuentes.

Sin embargo, Erdogan dejó fuera de la reunión al tercer partido del Parlamento (en número de escaños), el izquierdista y prokurdoPartido Democrático de los Pueblos (HDP) por “sus continuos vínculos con el PKK” (en referencia al grupo armado kurdo delPartido de los Trabajadores del Kurdistán), explicó la fuente. El colíder del HDP, Selahattin Demirtas, aseguró que la ausencia de su partido en la reunión “muestra que los problemas de Turquía no se resolverán con facilidad”. “El detonante del golpe fue la estrategia que dejó la resolución del problema kurdo en manos de soldados y Ejército”, opinó Demirtas, en declaraciones recogidas por el diario local Hürriyet.

Mientras tanto, continúa la purga de supuestos simpatizantes de los golpistas en Turquía. Las autoridades emitieron este lunes una orden de arresto contra al menos 42 periodistas locales, ahondando las restricciones a la libertad de prensa que el país eurasiático lleva padeciendo especialmente en los últimos dos años, desde el ascenso de Erdogan a la presidencia.

El futuro de los arrestados no es nada halagüeño, teniendo en cuenta el informe publicado este domingo por Amnistía Internacional (AI), con casos documentados de maltrato ytortura durante el período de custodia policial.

ENORME VOLUMEN DE DETENCIONES

“Hay informaciones sobre abusos, que incluyen palizas y violaciones durante la custodia, y son alarmantes en extremo. En especial, teniendo en cuenta el volumen de detenciones que hemos visto esta última semana”, afirmó el director de AI en Europa, John Dalhuisen.

Desde el 15 de julio, día de la intentona golpista, más de 10.000 personas han sido detenidas y, bajo el estado de emergencia, se aumentó el tiempo de detención sin cargos a 30 días, un hecho que AI considera muy preocupante, dados los resultados de sus investigaciones. Incomunicación, palizas, denegación de comida y agua, de acceso a un abogado y falta de información a las familias de los afectados son varias de las prácticas que Ankara está llevando a cabo, según AI.

ANGUSTIA Y SUICIDIOS

“Una abogada dijo que algunos de los detenidos que vio padecían una angustia emocional aguda”, informa el texto de AI. “Un detenido intentó tirarse de la ventana de un sexto piso y otro golpeaba la pared con su cabeza de manera continua”, agrega. De momento, al menos tres arrestados han cometido suicidio durante el periodo de detención.

Para Dalhuisen, “no condenar el maltrato y la tortura en estas circunstancias (por parte de las autoridades) equivale a aprobarlo”. Fuentes oficiales consultadas por este diario negaron con rotundidad que practiquen malos tratos o torturas a los prisioneros acusados de golpismo.

TRABAJADORES DE TURKISH AIRLINES

El cómputo total de detenidos y despedidos de sus trabajos por supuestos vínculos con el movimiento del predicador musulmán Fetullah Gülen (al que Ankara acusa de estar detrás del golpe) supera los 60.000. A añadir a esta nómina, más de un centenar de trabajadores -entre personal de a bordo y administrativos- de la aerolínea turca de bandera, Turkish Airlines. También la operadora telefónica semipública Türk Telekom prescindió de 198 trabajadores por el mismo motivo.

Y los despidos continuarán entre la carrera diplomática. El ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, adelantó que “habrá despidos (del Ministerio), hasta a nivel de embajadores”, aunque, por ahora, el jefe de la diplomacia turca no ha especificado ni nombres, ni cifras.