Las autoridades haitianas han establecido como prioridad dar alimento, agua y cobijo a los damnificados. Sin embargo, la recepción y organización de las donaciones internacionales es algo que sobrepasa a las capacidades de respuesta actuales en Haití. El coordinador nacional de ayuda alimentaria, Michel Chancy, enumeró los principales problemas: falta de logística para la recepción y el almacenamiento, y la necesidad de crear cordones de seguridad en cada convoy humanitario.

"La realidad del desastre es algo inimaginable, es como un bombardeo de una semana entera sobre la población civil", afirmó el primer ministro haitiano, Jean Mex Bellerive, para ilustrar la "absoluta conmoción que supuso el seísmo" en el país más pobre de América.