Alvaro Uribe, en estas horas, pone de nuevo a prueba su enorme popularidad con la detención del senador Carlos García Orejuela, considerado un "alfil" del presidente colombiano, en el marco del escándalo de la parapolítica que viene salpicando a ese país. "Soy inocente, soy inocente", gritó García Orejuela al ser detenido. Con el expresidente del Congreso y principal referente del partido de la U , integrante clave de la coalición de Gobierno, se eleva a 31 el número de legisladores uribistas que van a prisión por supuestos vínculos con jefes de los desmovilizados escuadrones de ultraderecha conocidos como Autodefensas Unidas de Colombia.

El arresto del senador, dijo el diario El Tiempo , de Bogotá, "muestra que la parapolítica no se ´enfrió´ como lo pensaron unos congresistas de la coalición". Todo lo contrario: "volvió a despertar los temores por un recrudecimiento de la crisis política", agregó. La senadora Marta Ramírez, compañera de partido de García Orejuela, fue enfática: "lo que ha ocurrido es muy grave". En la actualidad, la fiscalía investiga a 65 de los 268 miembros del Parlamento. Es decir: uno de cada diez congresistas es sospechoso de tener relaciones con los paramilitares.

EN EL CANDELERO El rescate de Ingrid Betancourt y otros 14 rehenes en manos de las FARC, así como las multitudinarias movilizaciones contra el secuestro y la guerrilla, sacaron el escándalo del centro de la escena. Pero solo hizo falta que los detectives del Cuerpo Técnico de Investigación llegaran hasta un hotel del balneario de Santa Marta, para arrestar a García Orejuela, y volver a instalar el tema en el candelero. El Partido Conservador tiene en la cárcel, por la misma razón, a Luis Humberto Gómez, expresidente del Congreso.

En este contexto, fuerzas combinadas de la Armada y el Ejército decomisaron ayer en la Ciénaga de Marimonda una tonelada de cocaína y unas 6.000 balas para fusiles, aunque aún no se sabe a quién pertenecen.