Las acusaciones de financiación ilegal de la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy se han vuelto más etéreas. Ayer trascendió que, en una nueva declaración ante la policía, la excontable de la heredera de l´Oréal matizó algunos aspectos de sus afirmaciones que, de momento, no van acompañadas de pruebas sólidas. Los documentos incautados por la policía no precisan el destinatario de las cantidades que la antigua contable, Claire Thibaut, sostiene que los Bettencourt --propietarios de l´Oréal-- entregaban a destacados políticos franceses.

Thibaut insiste en que se entregaron 150.000 euros al tesorero del partido del Gobierno, Eric Woerth, actual ministro de Trabajo. Sin embargo, rechaza haber dicho al diario digital Meadiapart que el propio Sarkozy también recibió aportaciones cuando era alcalde de Neuilly, donde reside Liliane Bettencourt.