A tres días para el referéndum que decidirá la permanencia del Reino Unido en la UE, la cita toma un carácter distinto enEscocia, donde las encuestas muestran un firme apoyo a la permanencia en la UE. Los últimos sondeos, sin embargo, han indicado que el referéndum estará mucho más igualado en el resto del país. Escocia podría así verse arrastrada fuera de la UE a pesar de haber votado a favor de la permanencia. Este sería también el escenario ideal para que independentistas reclamen un segundo referéndum de independencia tras haber perdido por 10 puntos el del 2014.

“El Parlamento escocés debe tener el derecho a convocar otro referéndum si hubiera un cambio significante y material en las circunstancias que prevalecían en el 2014”, escribió el pasado domingo en el diario escocés Herald Scotland Nicola Sturgeon,primera ministra escocesa y líder del independentista Partido Nacional Escocés (SNP). “Si Escocia es obligada a salir de Europa en contra de nuestra voluntad, esa opción volverá a estar sobre la mesa”.

Un paseo por la capital escocesa reafirma lo que los sondeos vienen anunciando desde hace tiempo: los escoceses son abrumadoramente partidarios de mantenerse en la UE. Al igual que en el resto del país, este apoyo es particularmente alto entre la población más joven. Heather tiene 21 años y es camarera en una cafetería, votará por mantenerse en la UE porque “es mejor para nuestro país y Europa en general”, y añade que la inmigración “es algo bueno que trae a otra gente para que tenga una oportunidad en nuestro país”.

LIBERTAD DE MOVIMIENTO

William Taton es un joven de 20 años que trabaja en un puesto de comida ambulante junto a la universidad. Se muestra claramente favorable a mantenerse en la UE porque valora “la libertad de movimiento dentro de Europa para poder viajar o retirarte donde quieras”. Votó en contra de la independencia en el 2014, pero “si el Reino Unido saliera de la UE cambiaría de idea” y considera que debería haber otro referéndum de independencia en Escocia.

Otro votante escocés de 44 años, que prefiere mantenerse anónimo, también se muestra contrario a abandonar la UE y considera que “no hay ningún beneficio en abandonar un club al que ya pertenecemos”. Sin embargo, su postura difiere en cuanto a la convocatoria de un segundo referéndum de independencia en Escocia. “Se nos dijo que el referéndum de independencia era una decisión que se tomaría una vez en una generación, no veo motivos para repetirlo”, afirma mientras espera el tren en la estación central de Waverley.

UNA CUESTIÓN DE CLASE SOCIAL

En el referéndum del 2014, las clases medias sostuvieron en gran parte el apoyo a la permanencia en el Reino Unido, mientras que las zonas más deprimidas del país votaron ampliamente a favor de la independencia. “La división en este referéndum es de hecho mucho más grande”, explica el biógrafo de Sturgeon, David Torrance. “Cuando más pobre y más de clase obrera eres, más opciones hay de que votes por el ‘brexit’”, añade. Esta circunstancia fue resaltada por la periodista Barclay McBain, que en un artículo en el Herald Scotland pronosticó que el ‘brexit’ podría llevar a un crecimiento en el apoyo a la independencia por parte de los votantes de clase media escoceses.

La cuestión, sin embargo, no parece despertar demasiado entusiasmo entre la clase obrera local. Al preguntar sobre su intención de voto a un grupo de trabajadores de la construcción sentados comiendo el almuerzo en un parque, se hace un incómodo silencio y uno de ellos afirma sarcásticamente: “¿Qué opinamos sobre Europa? QueFrancia contra Alemania será la final de la Eurocopa”.

PRESIONES INTERNAS DENTRO DEL SNP

El periodista escocés y biógrafo de Sturgeon, David Torrance, rebaja pese a todo las perspectivas de que el 'brexit' pueda desencadenar otro referéndum. “No creo que el SNP sea demasiado entusiasta sobre otro referéndum”, declara en la cafetería de la Biblioteca Nacional en Edimburgo. La independencia es apoyada en este momento por en torno a la mitad de la población escocesa, unas cifras que hacen arriesgado volver a convocar un referéndum sobre una cuestión por la que se votó hace tan solo dos años. “Si hubiera ‘brexit’ y en Escocia ganara la permanencia en la UE, las encuestas sugieren que habría un ligero aumento por el apoyo a la independencia. Habría presiones dentro del partido para convocar un nuevo referéndum, pero la cúpula no querrá convocar un referéndum que no se puede ganar”, explica Torrance.