El Gobierno español quiere encarrilar el ya diseñado Plan Nacional de Derechos Humanos para entrar a formar parte del nuevo Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en cuya sesión inaugural, celebrada ayer en Ginebra, María Teresa Fernández de la Vega formalizó la candidatura española. El objetivo es entrar al Consejo en el 2008 y finalizar las reformas internas y la ratificación de instrumentos internacionales antes del 2010, cuando España vuelve a la presidencia de la UE.

Integrado por 47 estados elegidos por el voto secreto de la Asamblea General, el Consejo reemplaza a la abolida Comisión de Derechos Humanos. El nuevo organismo busca más legitimidad que su predecesor y, para lograrlo, evaluará periódicamente a todos los países de la ONU. El objetivo es conquistar una importancia similar a la del Consejo de Seguridad. Tendrá carácter permanente y se reunirá tres veces al año.

MAS PRESUPUESTO El nuevo Consejo actuará en coordinación con la comisaria de Derechos Humanos, la canadiense Louise Arbour, quien ha visto duplicarse su presupuesto. De la Vega dijo que España ha pasado del puesto decimoctavo al tercero entre los países que contribuyen a ese presupuesto, y que ahora aporta 5,6 millones de dólares (4,5 millones de euros).

Al explicarlo, De la Vega expuso que la intención del Gobierno es "ampliar el campo de protección tradicional", abordando "el tráfico y la explotación sexual de seres humanos" e incorporando "facetas de derechos sociales como la educación, el medio ambiente, la salud o la seguridad, especialmente en el terreno laboral".