España y la presidencia alemana de la UE condenaron ayer con dureza los muertos y heridos que se producen en la población civil en las operaciones militares de EEUU y de la OTAN en Afganistán. "Es intolerable que se causen víctimas civiles" en las operaciones contra los insurgentes, afirmó el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, en referencia a las últimas masacres de unos 80 civiles que se han producido en el sur y el oeste del país como consecuencia de los bombardeos dirigidos por EEUU.

Alonso insistió en que no puede haber ni una baja civil, porque las fuerzas de la OTAN están allí para asegurar la protección de la población, no para causar más muertes. El ministro subrayó que esas muertes de la población civil "deslegitiman y empañan" la labor de reconstrucción de Afganistán, que están realizando España y otros países europeos en el marco de la OTAN.

El ministro alemán de Defensa, Franz Josef Jung, explicó que había advertido al secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, que "no se realicen en el futuro más operaciones de este tipo". "No podemos continuar de esta manera. Si levantamos a la población contra nosotros, no será una victoria", añadió Jung.

La Unión Europea acordó enviar este verano a 200 expertos, de los cuales 14 serán españoles, para formar a la policía afgana ante la incapacidad del Gobierno de Kabul.