La justicia es lenta, pero su brazo es largo. La policía española detuvo ayer, por orden de la Audiencia Nacional, en la localidad valenciana de Torrent al excomisario de policía argentino y supuesto dirigente de la organización ultraderechista Triple A Rodolfo Eduardo Almirón Sena, de 71 años. Almirón fue reclamado el pasado día 20 por el juez argentino Daniel Ercolini, que lo acusa del homicidio de un diputado en 1974, al trascender que vivía tranquilamente en España desde hacía 31 años. La Audiencia ha aceptado el argumento de "lesa humanidad" planteado por el juez argentino, por lo que el delito no estaría prescrito.

En la causa judicial argentina sobre la de la Triple A, Almirón está acusado de asociación ilícita y homicidio, doblemente agravado y en hechos reiterados. Está considerado como el "jefe operativo" de una banda terrorista de extrema derecha que actuó entre mediados de 1973 y el 24 de marzo de 1976. A la Triple A se le adjudican más de 1.500 asesinatos. Su origen y paternidad le está atribuida al entonces todopoderoso ministro de Bienestar Social, José López Rega. Y fue López Rega quien rescató del olvido a Almirón y a su suegro, Ramón Morales, otro miembro de la Policía Federal, que se convirtieron en sus hombres de confianza, su sombra protectora y sus verdugos para todo servicio.

Almirón huyó con López Rega a España en julio de 1975, cuando la estrella política del ministro se apagó y el Gobierno de María Estela Martínez de Perón se tambaleaba. La Triple A se integró en el aparato del terrorismo de Estado que se adueñó del país el 24 de marzo de 1976. En España, Almirón se unió a otras huestes de la ultraderecha europea y fue guardaespaldas de Manuel Fraga, fundador de AP.

Otro represor argentino también será extraditado. Se trata de Ricardo Cavallo, responsable de la Escuela de Mecánica de la Armada (1976-1983), donde funcionó el mayor centro clandestino de detención.