España ha avisado a la OTAN de que no está en condiciones de asumir el mando de la misión internacional de estabilización en Afganistán (ISAF) en febrero del 2007, como estaba previsto, según confirmaron fuentes oficiales. El anuncio español coincidió ayer con la reafirmación por parte de los ministros de Defensa de la OTAN, reunidos en Taormina (Sicilia), del compromiso de proseguir la expansión de la misión de estabilización hacia las zonas muy conflictivas del sur y del este de Afganistán, a pesar del incremento de incidentes violentos que se están produciendo en ese país.

El Gobierno justificó su renuncia a asumir el mando de la misión de Afganistán con el argumento de que el Ejército español no puede implicarse en la operación estadounidense Libertad Duradera, que combate en territorio afgano a las fuerzas talibanes y que en febrero del 2007 también quedaría bajo el mando supremo de la misión de la OTAN en Afganistán. El Gobierno socialista se desvinculó de la operación bélica norteamericana en julio del 2004, después de que las tropas españolas se retiraran de Irak, por considerar que era incompatible con la política gubernamental de limitar la participación de las tropas españolas en misiones exclusivamente de paz.

España ha explicado al Comité Militar de la Alianza Atlántica que sólo está en disposición de participar en un cuartel general multinacional en Afganistán, pero que no puede asumir la dirección del mismo. El Gobierno, por el mismo motivo, está impulsando en el seno de la OTAN la transformación de los mandos nacionales rotatorios de la misión en Afganistán en un mando multinacional.

AUMENTO DE TROPAS Otro factor que ha desempeñado un papel determinante en la decisión del Gobierno ha sido evitar tener que incrementar significativamente el número de tropas españolas desplegadas en Afganistán. Si España asumiera el mando de la misión de la OTAN en ese país, debería incrementar en unos 2.000 soldados adicionales sus 500 efectivos actuales para poder desempeñar esa responsabilidad, según Defensa. Si España sólo participa en un mando multinacional, puede limitar su contribución a unos 100 o 200 militares adicionales.

HASTA EL VERANO Ante el aumento de la violencia en Afganistán, el Consejo de Ministros de Defensa de la OTAN reafirmó su voluntad de extender la misión de estabilización al conflictivo sur (Kandahar, Zabul, Uruzgany Helmand), aunque el despliegue aliado en esa región se ha retrasado varios meses hasta el verano. El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, reconoció que no sabe cuándo podrá realizarse la ampliación de la misión en el este de Afganistán, donde EEUU no ha logrado reducir a los talibanes.

Dinamarca, el país que es ahora blanco de los ataques integristas, fue uno de los que defendió con más ardor la expansión de la OTAN en el sur de Afganistán. "Un retraso en desplegarnos al sur sería una victoria para los talibanes", indicó el ministro danés de Defensa, Soren Gade. El núcleo de las nuevas tropas en Afganistán será aportado por Gran Bretaña (3.300), Canadá (1.400) y Holanda (1.200), con una participación de daneses (300) y estonios (120).