El Gobierno se felicitó ayer de que "la inmigración es un asunto europeo a instancias de España" y del consenso alcanzado sobre el tema en la primera sesión de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Las conclusiones que se aprobarán hoy recogerán una serie de medidas para afrontar el fenómeno, entre las que figura la creación de una red de patrullas marítimas, como ya adelantó ayer este diario.

El secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro, recordó que, cuando el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, planteó por primera vez este asunto en Hampton Court (Gran Bretaña) hace un año, "nadie podía pensar que se llegarían a incluir en las conclusiones del Consejo siete páginas sobre inmigración".

España sostiene que la UE ha asumido la propuesta española de tratar la inmigración con un enfoque global en el que, además de reforzar la seguridad y la lucha contra la inmigración ilegal, haya ayudas a los países de procedencia de los inmigrantes y una concertación de las políticas migratorias. Navarro señaló que España está satisfecha también de cómo queda la política de regularizaciones: cualquier país que vaya a regularizar inmigrantes deberá informar a los demás miembros de la UE, aunque la decisión es soberana.