Al compás de himnos militares y todos los honores castrenses zarpó ayer del puerto de Alicante el buque Galicia , que debe transportar el grueso de la ayuda humanitaria española y a 240 soldados de los casi 594 que componen el contingente de la operación Respuesta solidaria, un plan de ayuda sólo similar al desplegado en ocasión del huracán Mitch , en 1998.

Ante un millar de familiares y algunos vecinos de la ciudad, las tropas embarcaron después de recibir la felicitación y los ánimos del ministro de Defensa, José Bono, y del príncipe de Asturias, que presidió el acto. Felipe de Borbón, que estuvo acompañado de su esposa, Letizia, pidió que el Galicia se convierta "en el símbolo de toda la ayuda" que España piensa enviar "en solidaridad con los que sufren".

En su arenga, el ministro Bono, que el lunes calificó el dispositivo como "la mayor operación en el Lejano Oriente de la historia de España", destacó que es una de las más "importantes de Europa en ayuda humanitaria" y justificó el despliegue en la necesidad de "hacer visible" que "el Ejército va a realizar lo que todos los españoles querrían hacer: ir a ayudar".

HORMIGONERAS Una de las principales tareas del buque Galicia será la atención de enfermos y heridos en el hospital de campaña con que está equipado. El barco transporta tres plantas potabilizadoras de agua, 60 toneladas de alimentos y medicinas, y 150 de agua potable embotellada. En el barco viajan 214 ingenieros provistos de palas, excavadoras, rodillos, hormigoneras y camiones para habilitar comunicaciones terrestres dañadas o destruidas por el maremoto. Les acompañan dos helicópteros, dos lanchas de desembarco, una unidad de protección y una unidad de buceadores.

Al Galicia le esperan tres semanas de travesía, durante la que deberá atravesar el Canal de Suez y el Mar Rojo, para llegar a Yibuti (Africa) el 2 de febrero, donde recogerá a otro centenar de ingenieros. Pocos días después arribará a la ciudad indonesia de Meulaboh, en la isla de Sumatra. El coste de la operación es de 7,8 millones de euros, que se podrán ampliar si la misión se alarga más de seis semanas.

TAMBIEN EN IRAK El envío sólo es comparable con el capitaneado por el Galicia en 1998 en ayuda de los damnificados por el huracán Mitch, que arrasó Centroamérica. El transporte de material fue entonces de 205 toneladas, además de siete plantas potabilizadoras y helicópteros- ambulancia. Su última intervención de importancia fue a la controvertida "misión humanitaria" de apoyo a Estados Unidos en la invasión de Irak.

Por otro lado, la asociación Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) decidió ayer, en una reunión extraordinaria en París, que su secretaría general en Barcelona sea la encargada de coordinar la ayuda de los municipios del mundo a los afectados por el maremoto del sureste asiático. "Es natural que las ciudades muestren su solidaridad", declaró el alcalde de París, Bertrand Delanoe, quien presidió la reunión de alcaldes de los cinco continentes y a la que asistió el de Barcelona, Joan Clos.

El encuentro comenzó con una exposición de la situación por el gobernador de Yakarta, Sutiyoso, director de la región asiática del CGLU. Delanoe, que copreside la asociación, subrayó la necesidad de "coordinar la ayuda" y "dar prioridad a las labores de reconstrucción que beneficien a los niños".