España está negociando con Francia un pacto europeo sobre inmigración, según anunció ayer el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Diego López Garrido. Francia, que asumirá la presidencia semestral de la Unión Europea (UE) el próximo 1 de julio, ha comenzado ya a mantener contactos informales con sus socios europeos para perfilar un pacto global para afrontar colectivamente el creciente problema de la inmigración y el asilo, precisaron a este diario fuentes diplomáticas francesas.

En el conjunto de los 27 países de UE viven más de 25 millones de inmigrantes legales (europeos y extracomunitarios). A esta cifra hay que sumar los 8 millones de inmigrantes irregulares que se hallan en la UE y cuyo número crece entre 350.000 y 500.000 cada año. Esa inmigración clandestina aporta gran parte de la mano de obra de una economía sumergida que representa entre el 7% y el 16% del PIB de la UE, según la Comisión Europea.

El pacto sobre inmigración constituirá una de las prioridades de la presidencia francesa de la UE y se presentará formalmente durante el Consejo informal de Ministros de Justicia e Interior del 7 y 8 de julio.

CUATRO APARTADOS El pacto abarcará una estrategia de lucha contra la inmigración ilegal, la integración de la inmigración legal, la armonización de la política de asilo y un programa para favorecer el desarrollo de los países de origen de la inmigración irregular, según el esquema del ministro francés de Inmigración, Brice Hortefeux.

El pacto sobre inmigración incluirá medidas políticas para lograr una actuación más coherente a nivel nacional y europeo, así como el compromiso para una rápida aprobación de los proyectos de directivas europeas sobre esta materia.

La prioridad en inmigración ilegal será perseguir a las empresas que emplean a mano de obra clandestina y las redes de tráfico de inmigrantes, según las citadas fuentes diplomáticas. Un proyecto de directiva en ese sentido se encuentra actualmente en trámite en el Consejo de Ministros de la UE. Los Veintisiete también acaban de pactar una directiva para armonizar la expulsión de los inmigrantes irregulares, que permite su detención hasta 18 meses y que ahora debe ser ratificada por el Parlamento Europeo.

El plan francés pretende establecer un marco para la integración de los inmigrantes legales, que incluya la obligación de conocer la lengua del país de residencia y la aceptación de sus valores, como la tolerancia y el respeto a la igualdad de la mujer.

DIALOGO SOBRE EL TEXTO España respalda plenamente la iniciativa francesa de un pacto europeo sobre la inmigración, señaló López Garrido. "Estamos trabajando y negociando ese documento con Francia", indicó el secretario de Estado. "España y Francia están intercambiando textos", agregó, por lo que aún es prematuro entrar en los detalles de su contenido final.

España, destacó, se opone a introducir trabas que puedan dificultar la inmigración legal. "Aprender el idioma del país es un deber para los inmigrantes y de la Administración para que eso se pueda realizar", señaló López Garrido, pero se mostró contrario a introducir un examen de lengua de entrada. España considera también que los inmigrantes tienen la obligación de respetar las leyes del país de acogida, por lo que puede ser redundante una exigencia de conocer y respetar los valores europeos.