A España le corresponderá el 35% de los 1.800 millones de euros destinados por la UE al control de fronteras en el periodo 2007-2013, señaló ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El presidente detalló las cifras que el Parlamento Europeo ha ratificado esta semana, tras el acuerdo alcanzado con los estados, para dotar la política de inmigración con un presupuesto total de 4.000 millones de euros en siete años que se distribuyen así: además de los 1.800 millones para el control de fronteras, se destinan 825 millones para la integración de inmigrantes, 676 para financiar los retornos y 628 para el fondo de refugiados. Asimismo, la agencia europea de fronteras exteriores (Frontex) incrementará su dotación de 22 a 34 millones en el 2007 y tendrá el año próximo un centenar de funcionarios.

SATISFACCION Los acuerdos en inmigración, junto a la iniciativa sobre Oriente Próximo, llevaron a Zapatero a mostrarse muy satisfecho --"estoy de buen humor", dijo-- por los resultados de la cumbre. "Es uno de los consejos europeos más satisfactorios a los que he asistido", afirmó. "En un año hemos creado una política europea de inmigración llamada a ser una de las grandes políticas de la UE", declaró, antes de recordar el "impulso decisivo" de España en este terreno. Entre las conclusiones aprobadas por el Consejo --siete páginas dedicadas a inmigración--, destacan la "prioridad" otorgada a la creación de un sistema europeo de vigilancia para las fronteras marítimas meridionales, con patrullas costeras conjuntas; la cooperación entre los estados para luchar contra la inmigración ilegal, y el refuerzo del diálogo y la cooperación con los países de origen y tránsito para favorecer la inmigración legal.

"Hemos conseguido que nuestros socios comprendan que la forma más eficaz de combatir la inmigración ilegal es ofrecer vías para el desarrollo y la inmigración legal", destacó Rodríguez Zapatero.