La delegación española mostró hoy su satisfacción por la firma del Tratado de Lisboa, un texto que, a su juicio, recoge "la sustancia" del Tratado constitucional que aprobaron los españoles en referéndum y que después quedó bloqueado por el rechazo de franceses y holandeses.El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, fueron los encargados de firmar el nuevo Tratado en el monasterio lisboeta de los Jerónimos, donde los 27 países miembros participaron en una ceremonia oficial presidida por el primer ministro portugués, José Sócrates.

Para la delegación española, junto a los avances en política exterior y de defensa, uno de los principales logros del Tratado de Lisboa es que pasan de 36 a 87 las materias que se decidirán por mayoría cualificada y no por unanimidad, lo que reduce la posibilidad de vetos en áreas fundamentales para España como las de justicia, interior e inmigración.

En unas breves declaraciones a periodistas, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, también mostró su satisfacción por el acuerdo alcanzado porque las negociaciones, dijo, estaban bloqueadas después de años y la UE cuenta ahora con nuevas reglas. Para Sarkozy se abre una etapa importante, por lo que consideró que era "capital" que él viajara a Lisboa para firmar un Tratado que permitirá adoptar medidas en áreas tan fundamentales como medio ambiente y defensa.

Por su parte, el primer ministro italiano, Romano Prodi, manifestó a los medios tras posar para la tradicional foto de familia que se trataba de "un día muy importante", al haberse logrado sacar adelante un tratado "complicado" Hace dos años, recordó, se vivía una "tragedia completa" y ahora se lo logrado reconstituir la unidad con un texto que fija "el máximo posible" de acuerdos.