El Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación aseguró que no ha habido una «queja formal» por parte de la Administración estadounidense por la decisión del Gobierno español de retirar la fragata Méndez Núñez del grupo de combate de EEUU en el golfo Pérsico, donde aumenta la tensión entre EEUU e Irán. Así lo señalaron fuentes de Exteriores, que sin embargo confirmaron que, además de una conversación entre personal del ministerio y de la Embajada estadounidense, se produjo otra entre la legación española en Washington y la Administración estadounidense. Las fuentes sostienen que desde EEUU no se ha deslizado «queja formal» alguna por haber retirado el navío de esa zona. La ministra portavoz en funciones, Isabel Celaá, insistió en que la retirada del buque militar respondía a la «cautela y prudencia» del Ejecutivo ante la «imprevisibilidad» de Donald Trump. Celaá precisó que la fragata no se reincorporará al grupo naval mientras los buques de EEUU atraviesan el estratégico estrecho de Ormuz, situado entre el golfo de Omán y el golfo Pérsico.

Fue la semana pasada cuando EEUU envió a la zona el buque de asalto anfibio USS Arlington, el portaaviones USS Abraham Lincoln, misiles patriot y bombarderos, junto a los que viajaba la fragata española Méndez Núñez, tras denunciar que había detectado «indicios» de planes ofensivos iranís contra sus fuerzas en Oriente Próximo. El lunes, el Gobierno retiró la fragata aduciendo que había cambiado la misión.

La oposición fue crítica. El líder del PP, Pablo Casado, acusó al PSOE de «crear alarma» entre los aliados de España y de hacer «política electoral» a costa del «prestigio» de las Fuerzas Armadas. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, instó al Gobierno a explicar la decisión a los grupos parlamentarios.