Los servicios secretos españoles colaboran con los marroquís en la localización y desarticulación de las células de Al Qaeda, según acordaron el sábado en Rabat el secretario general del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar y los responsables civiles y militares de la seguridad marroquí.

El Gobierno español movilizó desde el primer momento al director del CNI, que se desplazó el sábado a Rabat para conocer de primera mano las posibles ramificaciones de los autores de la matanza. La detención de uno de los 14 terroristas suicidas, que no pudo accionar el explosivo de su mochila, ha permitido confirmar que los terroristas pertenecían a un grupúsculo fundamentalista marroquí conocido como Recta Vía y se trata de aclarar ahora su conexión con la red de Al Qaeda a través de seguidores de Osama bin Laden en Egipto.

El cometido del jefe de los espías españoles y de la decena de agentes del Centro Nacional de Inteligencia que realizan misiones en Marruecos consiste también en conocer de primera mano las posibles ramificaciones del grupúsculo fundamentalista en España. Las fuentes consultadas dijeron que hasta ahora no se había detectado a marroquís entre los grupos supuestamente vinculados a la red de Al Qaeda.

Las fuentes consultadas no descartan que de las ramificaciones personales de los 13 kamikaces que protagonizaron el viernes sangriento de Casablanca se deriven datos operativos para realizar actuaciones policiales inmediatas en España. El ministro del Interior, Angel Acebes, dijo que su departamento ha alertado a las brigadas de extranjeros y de terrorismo islámico en todos los aspectos relacionados con la investigación y manifestó que "ninguna democracia puede sentirse a salvo" del terrorismo radical islámico.

El ministro español presidió ayer en Jerez de la Frontera (Cádiz) una reunión informal sobre inmigración y terrorismo con sus colegas francés, alemán, británico e italiano, en la que realizaron el "diagnóstico común" de que todos los países de la UE son posibles objetivos del terrorismo radical islámico. Los reunidos coincidieron en calificar las acciones terroristas indiscriminadas como la mayor amenaza contra la democracia.

DESCENSO DEL TURISMO

"Es una catástrofe para el turismo del país en general, y para el de Casablanca en particular", dijo ayer un responsable del hotel Safir, escenario de uno de los atentados. El temor no se basa en suposiciones. La encargada de otro hotel reveló que ya han sido anuladas el 25% de las reservas para la próxima semana.