En el complicado proceso para elegir al presidente de EEUU, Iowa tiene el privilegio de ser el primero en hablar. El paso del tiempo le ha dado este lugar que ahora muchos estados quieren para sí, ya que acarrea una gran atención mediática, política e ingresos. Pero Iowa (unos tres millones de habitantes) solo se representa a sí mismo, no es un EEUU en pequeño. Por ejemplo, el 94% de su población es blanca. Los latinos son el 3,7% y los negros, el 2,3%.

Ganar en Iowa da réditos políticos y mediáticos, pero no es garantía de éxito. Por ejemplo, George Bush padre ganó en 1980 y Bon Dole lo hizo en 1988 en las filas republicanas, y luego no fueron candidatos. Pero Iowa sí puede hundir a un candidato. En el 2004, Howard Dean empezó a ceder ante John Kerry en ese estado.