UM QASAR. Agua, cigarrillos, una ración de comida y víveres empaquetados. Eso fue lo que recibieron, antes de subir al autobús, los cerca de 150 prisioneros iraquís que ayer fueron liberados en el campamento de Bucca, cerca de Um Qasar (foto). La mayoría de presos eran soldados del Ejército iraquí que fueron trasladados a Basora, Nasiriya y Najaf. Otros 1.000 prisioneros serán liberados en dos semanas.