WASHINGTON. La Fuerza Aérea de EEUU tenía previsto probar ayer la mayor bomba convencional de la historia: un proyectil gigante de 9,5 toneladas de peso, con una carga de 8,2 toneladas de explosivos de alta potencia, capaz de causar daños equivalentes a los de un artefacto nuclear pequeño. La bomba, que responde al nombre en código Moab (iniciales en inglés de Munición de Golpe de Aire Masivo), deja pequeña a la conocida como ´cortamargaritas´, un proyectil de 6,8 toneladas que EEUU comenzó a usar en Vietnam y volvió a emplear de nuevo en Afganistán, en el 2001 y el 2002. El ensayo debía realizarse en la base aérea de Eglin (Florida) y era la primera prueba real de este tipo de proyectil.